About me

En esta página puede leer todos los artículos publicados hasta la fecha en el DIARIO DE MORON

12 de marzo de 2018

RIDÍCULO


        

        La huelga del ocho de marzo ha dejado algunos culos al aire. Aunque, más bien, lo que ha hecho es mostrar los traseros que ya llevaban tiempo exhibiéndose o que en realidad siempre estuvieron tomando el fresco. En los días previos, hemos asistido a lo más variado en opiniones, pensamientos y recomendaciones sobre la huelga que las mujeres llevarían a cabo en la citada fecha. 
La imagen transmite la dificultad que conlleva cierto cargo. Enfrentarse a diario a los micrófonos sin meter la pata no debe ser tarea fácil. Sobre todo cuando se trata de disfrazar el pensamiento con un discurso que se nota forzado. A veces, es mejor decir lo que realmente se piensa o dar la callada por respuesta, ya que intentar camuflar lo que  realmente pensamos es una tarea que rara vez sale bien.
La señora Cifuentes defendió que haría una huelga “a la japonesa”. En el momento pensé que la huelga era como los espaguetis, que pueden servirse de múltiples formas: a la milanesa, a la boloñesa y por qué no, a la japonesa. Después me sentí profundamente decepcionado, pues sentía que la marca España era traicionada por una gran patriota como es la presidenta madrileña: dejemos de importar, aquí las huelgas se hacen como se han hecho toda la vida, sin ir a trabajar. Por último, sentí honda preocupación. Si la legión de votantes y militantes de Pepé acabaran por asumir las tradiciones del país del sol naciente, se podría dar un elevado coste en vidas humanas. De todos es conocido cómo las gastan los nipones, estos individuos no tienen reparos en hacerse el harakiri cuando han deshonrado a su familia, país o conciudadanos. Cierto es, que vistos los numerosos casos de corrupción que envuelven al Pepé, el gremio de la cuchillería saldría enormemente beneficiado.
Sabemos cómo los partidos políticos tienen en su condición natural arrimarse a las ascuas que más votos les proporcionan. No es raro, por lo tanto,  que en algunos asuntos cambien de opinión de un día para otro ante cualquier posible pérdida de rentabilidad política. Cada uno puede ejercer su derecho como quiera, secundando la huelga o no, pero intentar aparentar que se está a favor de algo sin estarlo, es simplemente hacer el ridículo.
Sit tibi terra levis. Sit tibi terra levis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario