CATETOS

Imaginemos que un día suena el despertador, son las seis de la mañana. Dejas a un lado la mala leche que te entra en el cuerpo cuando piensas que es lunes, te colocas junto al lavabo, abres el grifo y con tus dos manos formando un cuenco, acumulas una buena cantidad de agua fría que diriges al rostro. Repites la acción en varias ocasiones, levantas la cabeza y te secas la cara con la toalla, te ves reflejado en el espejo. Entonces te asalta la gran duda: ¿Y si resulta que es verdad que somos unos catetos? ¿Y si lo que el espejo muestra, no es más que un atrasado cultural?

Una vez más, esos grandes oráculos de la sabiduría y el raciocinio que son las redes sociales, han dictaminado que hay que ajusticiar a una persona. Ahora, le ha tocado a la actriz Miren Gaztañaga. En esta ocasión, para ejecutar el pertinente castigo, las redes han decidido utilizar el modelo israelita. Me explico: en no pocas ocasiones el Estado Judío, decide derribar la casa de la familia de un terrorista. Pues con la actriz, estas ilustradas redes, están utilizando este método. Ha surgido un boicot contra la película “El guardián invisible”, en el que la joven tiene un pequeño papel secundario, y siguiendo este tipo de sentencia, hay que fastidiar todo lo que rodea a la condenada para que sirva de escarmiento. El inteligente boicot arrastra al director, al resto de actores, a la productora y un largo etcétera. 

Alguien puede pensar que la medida es absurda, en tanto que la actriz ya habrá cobrado su salario por participar en la película, y en consecuencia, el hecho de que  fracase estrepitosamente en taquilla no supondrá un castigo para la actriz. Pero las inteligentes redes todo lo saben y con esta medida ejercen una insoportable presión contra ella ¿Con qué cara la mirará el técnico de sonido despedido tras irse a la ruina la productora? 

¿Que para algunos puede parecer injusto? Quizá, pero así se le da una lección como Dios manda a estos que creen que pueden blasfemar tan gratuitamente contra nuestro amado Imperio. Por mucho programa de humor en el que participara la tal Miren, no puede referirse a los españoles como “culturalmente son un poco atrasados, me viene la imagen de un cateto”. Cuando de todos es sabido que nuestro país es un vergel cultural: aquí hace años que no se cierra un librería, la televisión carece de programas como el “Sálvame de luxe”, nuestro políticos manejan los idiomas por docenas... y así, podríamos nombrar trillones de razones para destacar la cultivada sociedad  en la que nos ha tocado vivir. 

Dicho esto, ahora sólo falta que todos estos que han promovido el boicot no fueran catetos y acostumbraran a ir al cine, al teatro o leer, se iba enterar la Miren Gaztañaga de lo que vale un peine.

Sit tibi terra levis.