INQUISICIÓN

Raro es el día en el que no se forme un revuelo en torno a  lo que se considera políticamente incorrecto. El tema cansa, lo sé, pero no es menos cierto que el asunto nos proporciona una visión clara de hacia dónde vamos ¿Hay algún límite? Desconozco si este gobierno, u otro que pudiera llegar, tiene previsto crear un ministerio de la censura o mejor aún, una nueva Inquisición que se dedique a velar por los buenos principios de este país. Si hay una mujer dándole teta al niño ¿será pornografía? ¿Será pornografía esta columna por escribir la palabra "teta"? ¿Eres machista si te gustan las tetas? ¿Dejas de ser machista si no reconoces en público que te gustan las tetas? Estas y otras múltiples cuestiones quedarían resueltas con los nuevos inquisidores.

Tendríamos a estos guardianes y guardianas que nos mostrarían la maldad que nos rodea para evitar que cayéramos en sus tenebrosas redes. Por ejemplo, yo, en mi supina ignorancia, creía que "Contigo" era una  canción de lo más romántica y resulta que nos estaban inculcando el machismo más detestable que podamos imaginar. Parece que la canción de Sabina, según una especialista, rezuma machismo por los cuatro costados. Pues nada, al paredón con él -al del Facebook naturalmente-. Además, no sólo él tendría que pagar su osadía, yo y los miles de individuos e individuas que hemos asistido a conciertos del abominable cantautor tendríamos que ser convenientemente castigados ¿Y qué me dicen de Serrat? Él también cantó a duo la canción. Pero lo peor de lo peor es la Niña Pastori, que interpretó una versión de la humillante copla ¿Cómo nos han podido engañar de esta manera? 

Sin embargo, a pesar de disponer del paraguas protector de estos defensores de lo políticamente correcto, quedaría mucho camino por recorrer. A ver cuando le hincarían el diente a la Literatura. Ahora me doy cuenta que he estado inmerso en las tinieblas de mi desconocimiento. Cómo no he podido ver que El Quijote no es más que un alegato al acoso. Cómo no me percaté antes de la censurable actitud de Don Quijote de la Mancha hacia Dulcinea, dándole la lata a la prudente dama para conseguir su amor.  Otro que bien baila es Shakespeare, no se puede ser más ruin poniendo ese final a Romeo y Julieta, en el que la muchacha acaba suicidándose al ver a Romeo de cuerpo presente. Lo lógico es que fuera una mujer segura de sí misma que hubiera rehecho su vida tras aplicar el dicho de “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”. Pues no, la eliminó de la obra de la forma más humillante: siguiendo los pasos del hombre amado. Pero llegará el día en que a nuestros protectores les dé por leer,  será entonces cuando nos demos cuenta de que estos libros no merecen existir y no habrá mejor final para ellos que las hogueras  en las plazas públicas.

¡Viva la Inquisición!

Sit tibi terra levis.