CUESTIÓN DE HONOR

Pues no, estaba muy, pero que muy equivocado. Lo que en principio puede parecer la imagen de un prisionero iraquí  encapuchado en Base España, en realidad no es más que una operación de ayuda humanitaria. Al menos es la postura que defiende Federico Trillo que por aquellos años de la Guerra de Los Golfos –gracias a Bush, Blair y nuestro Aznar- era Ministro de Defensa.

Al ex Ministro le han seguido en el disparate otros miembros y miembras del Pepé. Resulta que por salvar el culo tras la publicación del informe Chilcot, donde se demuestra que lo de las armas químicas iraquíes era cuento chino, se desentienden del espinoso tema, como si con ellos no fuera el asunto. A estas alturas de la película que un político intente escurrir el bulto no nos va a sorprender, ya sabemos que palabras como honor, honradez y responsabilidad han desaparecido de la vida pública en este país. El problema viene cuando esta falta de escrúpulos repercute, y de qué forma, en otros.

Me imagino que los militares que estaban en la base Al-Andalus y que se dieron estopa de la buena ante un ataque de insurgentes chiíes, no estarán muy de acuerdo con el señor Trillo y compañía. Caso aparte es como estas declaraciones suponen un insulto a los siete miembros de la inteligencia española que perdieron la vida en una emboscada en Irak.  Negar que estuviéramos allí es como decir que estos militares no murieron cumpliendo con sus obligaciones y deberes. Un gesto muy patriótico el del ex Ministro y sus adláteres.

Por cierto, echo de menos alguna protesta en esos muros de Facebook que hace unos días aparecían repletos de imágenes de antipatriotas de tal o cual partido y que ahora presentan un sospechoso y cómplice silencio. Sobre todo, cuando se es militar y sabes que un día te puede tocar la humillante experiencia de ir a pegarte tiros contra los malos por medio mundo –en maravillosa misión de paz que se dice ahora- y que venga un miserable metido a Ministro para negarte que cumpliste con tu deber.  

Sit tibi terra levis.