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22 de noviembre de 2015

SIN BANDERITAS

Pues no. No he puesto en las redes sociales la banderita transparente de Francia. De la misma forma que tampoco he puesto en mi perfil de whatsapp una vela o una flor para  dar homenaje a las víctimas de los atentados de París. No lo he hecho, no porque no sienta que esas personas asesinadas merezcan un recordatorio por nuestra parte —quede claro este extremo, siempre hay algún tonto del haba que lee lo que quiere leer—, precisamente lo hago por ellas, porque no me apetece imaginarme a los tíos de los kalashnikov desternillándose al ver como las gastamos en Europa.

Claro, alguno pensará que un gesto debemos tener para mostrar nuestra repulsa a toda esta barbarie. Cierto. Pero soy de los que opino que el mejor gesto que podemos tener por esas víctimas y por las que están por llegar, quizá sea, dedicarnos a buscar los motivos y reflexionar sobre el asunto. Es la mejor forma de poder obrar en consecuencia. Sería la manera de redimir nuestras faltas, porque supongo que nadie tendrá dudas de que tenemos nuestra cuota de culpa en todo este desaguisado. 

Los ciudadanos somos los que ponemos en las poltronas a nuestros dirigentes. Por tanto, somos los máximos responsables cuando ponemos a pandillas de inútiles a dirigir todo el cotarro. Claro, después pasa lo que pasa: siembra imbéciles y tendrás trío de las Azores o Alianzas de las Civilizaciones. Y fue ahí, en las Azores, donde comenzó todo. Los tres colegas: Aznar, Blair y Bush decidieron romper el frágil equilibrio de la zona y hasta hoy. Por si esto fuera poco, somos nosotros mismos los que les servimos las armas a los terroristas: llamativas las imágenes en las que se ven a terroristas con armas de fabricación francesa o llamativo que nuestro país tiene a Arabia Saudí como uno de nuestros principales compradores de la industria del armamento. Pero además necesitan dinero: no problem. No se nos caen los anillos a la hora de comprarles el petróleo de contrabando. 

Pero nuestra querida democracia tiene sus propios medios para taparse las vergüenzas: un hombre, un voto. Tiene el mismo valor el voto analfabeto que el reflexionado bajo la mirada de la biblioteca. Esta máxima hace que el personal acabe mezclando un poco todo y empiece a mirar receloso a los refugiados, olvidando que ellos huyen de ese mismo terror que nos ha cortado el aire a nosotros en estos días. O nos ponemos tiernos como corderillos y los recibimos con los brazos abiertos para poco después olvidarlos y consecuentemente se crea un estupendo caldo de cultivo de jóvenes marginados, no integrados y sin futuro, que las redes terroristas captan con suma facilidad. Otra posibilidad que ofrece nuestra democracia es que con un par de telediarios y media docena de tertulias, el aborregado ciudadano se hace a la idea de que con sólo bombardear determinadas zonas de Siria, el asunto quedaría zanjado.

Así que… lo siento, no estoy por la labor de colocar banderitas y otras historias, el que quiera que lo haga, pero ya me gustaría a mí, que esas banderas se colocaran como ejemplo de pueblo formado, cultivado y con capacidad de analizar la realidad de nuestro mundo. Sólo así encontraamos la paz.

Sit tibi terra levis.

5 comentarios:

  1. Estimado bloguero:

    Permítame decirle que su artículo de hoy es superficial. Yo, como muchas otras personas, he mantenido en mi cuenta de Facebook un filtro con la bandera francesa. Por muchas razones, cuente usted que no pude ir a París a manifestar mi dolor, cuente usted que recomiendo a mis amigos visitar y salir por la zona de las terrazas atacadas el viernes, cuente usted que en Bataclan viví un concierto de Mano Negra que fue mítico, cuente usted que Francia tiene parte de culpa en que su voto reflexionado bajo la mirada de la biblioteca valga lo mismo que un voto analfabeto, cuente usted que de los principios de Legalidad, Igualdad y Fraternidad se sustentan las democracias actuales, esas que a usted le parecen que no son democracias.

    Permítame decirle que si usted no quiso poner la bandera, acto incontestable, y en cambio deseó reflexionar y buscar los motivos de estos atentados ha naufragado en el intento. Las raíces históricas en las que se sustenta el débil equilibrio de Oriente Medio no nacen en el maldito trío de las Azores y sus malditas mentiras, Oriente Medio ha sido, para la historia contemporánea, una región inestable desde el final de la I Guerra Mundial, fue inestable con el ascenso del sionismo, con las intervenciones en los años 30 en Irán, con la creación del estado de Israel, con las guerras de Líbano, Siria, Egipto, con la división de India y Pakistán, con la invasión soviética de Afganistán, pero su inestabilidad no explica por sí sola la barbarie. Tampoco la explica la religión, ni la confrontación entre facciones religiosas, ni el mal entendido precepto coránico de guerra santa. En los años 70 del siglo pasado hubo un recrudecimiento de las posturas islámicas, coincidió con otra crisis económica mundial, coincidió con otra crisis energética. Quizás en este punto, en la dependencia que tenemos del petróleo árabe, en que nuestro dinero les enriquece y les permite sostener sus posturas fundamentalistas y financiar grupos armados como este, está la clave para entender cómo se financian estos grupos.
    Entienda además que la religión es un pretexto, si Arabia mantiene una guerra fuera de sus fronteras, si a los fundamentalistas les da una razón externa para luchas y los mantiene fuera de sus fronteras, nadie va a cuestionar nada en estos países (Arabia, Kuwait o Emiratos Árabes) y sí en otros, como Yemen, en los que no hay pozos de petróleo que defender.

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  2. El caldo de cultivo del que usted habla tampoco viene de los refugiados; desde los años 50 en Francia hay una población procedente del norte de África, en concreto de Argelia, que no ha encontrado los mecanismos adecuados para integrarse. Las dieferencias culturales entre los pied noirs y los franceses ancestrales causó la creación de guetos, de barrios marginales, en los que cunden la pobreza y el desarraigo. A ellos se suman los argelinos que durante los años 90 huyeron de Argelia y buscaron acomodo en un país que los acogía como a ciudadanos de segunda (gente con nacionalidad francesa pero sin derechos efectivos), y añádale los ciudadanos procedentes de las provincias de ultramar... Pero piense usted en cualquiera de los barrios marginales de Ceuta, Melilla, Madrid o Barcelona, ¿no es la pobreza la semilla del odio?, ¿no es la marginación el impulso contra los otros?

    Como ve, las raíces del problema no nacen en la guerra de Irak, no provienen de la guerra de Siria, no las han creado los refugiados que han huido del mismo terror que ahora se encuentran aquí.
    Hay un problema desde hace muchos años, un grave problema de desigualdad. Hay un problema desde hace muchos años, un grave problema de radicalismo religioso. Estos problemas necesitan reflexiones, soluciones y acciones.
    La primera acción es no mirar hacia otro lado y exigir que nuestros gobiernos se aseguren de que quienes huyen del terror no sean estigmatizados por estos atentados, que no mueran en la travesía mediterránea, que no se les trate como a ganado.
    La segunda acción es el de la integración, el de enseñar a los que vienen que en nuestra Europa es posible tener futuro, tener voz, mantener costumbres y creencias, respetar las leyes de igualdad de hombres y mujeres.

    No descarte que para mantener nuestra independencia y libertad debamos luchar.

    Creo que usted ha identificado exhibir la bandera con esa idea española de que la bandera española representa a la derecha, y que, en ciertos círculos, hablar mal de los símbolos estatales está bien visto. En mi caso, se equivoca, hubo muchos motivos para poner la bandera, hubo muchas imágenes, yo pensé en la bandera que porta La Libertad guiando al Pueblo.

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    1. Estimado Anónimo:
      Gracias por participar en el blog. Creo que no ha entendido mi columna de opinión. Con toda seguridad no habré sabido transmitir el verdadero trasfondo de lo que en ella he escrito. Y no, la bandera nada tiene que ver con confundirla con ideología de derecha -en ningún sitio aparece eso-, ese es un problema más fácil: si algunos se han adueñado de la bandera española para simbolizar algo, es porque el resto se lo ha permitido.
      Saludos y abrazos.

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  3. Estimado Bloguero:

    Me han gustado más los comentarios del anónimo que su columna y su respuesta. Aun así, sigo leyendo sus entradas con la esperanza de que eso cambie.
    Un saludo.

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    1. Estimado Anónimo:
      Cierto es que no se puede gustar a todos, el mundo sería muy aburrido si así fuera. Decir que los comentarios del Anónimo Uno son interesantes, pero pone en mi pluma cosas que yo no digo en ningún momento.
      Saludos y gracias por participar.

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