DESPROPÓSITO

Desconozco si es una cualidad adquirida o por el contrario es una actitud impregnada en el ácido desoxirribonucleico. Lo cierto es que de una forma u otra, nuestra admirada y reconocida casta política tradicional derrocha facilidad para inflar, tocar, calentar y enrojecer las criadillas que cuelgan del arco formado por los miembros inferiores. O sea, son auténticos doctorados, que digo, más bien son los honoris causa en tocar las pelotas del más pintado. Eso si, generalmente no ejercen tan deplorable actividad de forma azarosa y altruista, siempre lleva implícito un interés, ya sea económico o político para el susodicho templador testicular.

El ser humano tiene una natural tendencia para adaptarse a todo. Los ciudadanos de este país nos hemos acostumbrados a soportar la paupérrima oratoria de nuestra casta política tradicional. Sus discursos vacíos, llenos de mentiras y siempre buscando el beneficio propio. Esta forma de vida asumida por estas élites tiene su reflejo en cada uno de los escalafones de sus entramadas organizaciones. Los políticos tradicionales de nuestra localidad no son una excepción. En estas última semanas, los miembros del Pepesoe han salido a la palestra para defender sus intereses y de camino tomarnos por tontos del culo. Oír esos discursos vacíos de razones y llenos de culpas hacia otros, simplemente muestran la decrépita inteligencia de quien los crea y los cree. 

La ausencia de explicación por parte del equipo de gobierno a las firmas presentadas contra la subida de impuestos ha sido lamentable. A los ciudadanos no nos interesa oír al portavoz de turno intentando desprestigiar a algún miembro de la oposición. Queremos saber las razones para ningunear a los que no estamos de acuerdo con esta subida. Por otro lado, presenciar como el presidente del partido de la gaviota intentaba dar razones sobre todo el asunto del crematorio, fue grotesco. Simplemente  culpó a los ciudadanos por tan lamentable asunto, por no poner objeciones, por desconocer que iba un crematorio. Por supuesto, aquí también hubo dedicatoria hacia algún miembro de otro partido para justificar lo injustificable. Después ha salido algún papel en este medio que dice que de eso nada, monada.

Estas dos muestras ofrecen una clara idea de donde estamos y sobre todo en manos de quien estamos. Eso si, también tengo que reconocer que, en contadas ocasiones, coincido en el pensamiento con tan ilustres e ilustrados políticos. Esta misma semana, tras oír a Ramírez dando su visión sobre el asunto Mozampro, créanme que estoy de acuerdo con él; “el proceso quedará en nada”, dijo. Si algo tiene característico nuestro estercolero es la ausencia de responsabilidades, políticas y judiciales, por parte de nuestra admirada casta. ¿No me creen? Propongo un pequeño juego. Con todos los escándalos de corrupción que vemos en los medios de comunicación, internet, barras de bares y peluquería, digan el nombre de diez políticos que estén encarcelados por corrupción.

Tic, tac, tic, tac. Difícil ¿verdad? Bueno, bajemos el listón, dejemos el numero en cinco. Tic, tac, tic, tac. Nada, no hay forma. Ven como en definitiva este chiringuito es simplemente un despropósito, un enorme y putrefacto despropósito.

Sit tibi terra levis.