EL CLUB DE LOS GRILLOS AMARILLOS

Hasta ahora nos habíamos mantenido en el más absoluto secreto. Lejos de anunciarnos y darnos a conocer, nos amparábamos en un más que discreto segundo plano. Para nada disponemos de motivos trascendentales o actividades ilícitas por las cuales debiéramos mantenernos en el anonimato. Simplemente, no se ha había producido circunstancia o momento adecuado para dar conocer nuestro foro; el club de los grillos amarillos.

Ha sido el maestro Juan José García - don Charrito para muchos-, cuando en una de sus columnas de opinión de la semana pasada lo ha dado a conocer. Podemos decir que ha sido la partera de nuestro preciado club, o más bien, la parturienta de tan noble criatura. Existe un desconocimiento general sobre su creación. Unos dicen que quizá se comenzara a gestar en tiempos de Fernando VII, un hijo de la gran puta como la copa de un pino, dicho sea de paso -y eso que en este estercolero hay gran abundancia-. Otros, defienden una creación más reciente, lo sitúan en épocas actuales con la implantación de nuestra querida y amada cleptocracia. Estas dudas también se plantean en cuanto al fin de tan noble ateneo. No existe un documento escrito sobre su finalidad. Algunos miembros opinan que el objetivo principal tienen que ver con el apoyo mutuo entre sus integrantes. Mientras, otros partícipes piensan que todo consiste en entablar conversaciones sobre temas diversos. Sepan los sufridos lectores que los asociados a tan selecto club son personas dedicadas a la escritura, música, escultura, pintura y cultura en general, es decir, personas que expresan sus opiniones con distintas herramientas. De entrada se rechazan las solicitudes de políticos tradicionales, banqueros, meapilas y seguidores del Sálvame de Luxe, la norma de oro del club exige a sus miembros honradez, un mínimo de ética y una ausencia evidente de fatuidad. 

En la última reunión de dicho club, el debate fue tocando diversos temas de la más rabiosa actualidad. La rubia de bote, ¿nace o se hace? ¿Puede un obispo llegar al orgasmo insultando a los homosexuales? El Pepé defiende el crematorio porque les dejan gratis los hornos para hacer pizzas, ¿rumor o realidad? Pero el tema estrella tuvo que ver con la noticia publicada en diversos medios. El ex primer ministro islandés fue llevado a juicio por la mala gestión de la crisis. Lógicamente, surgen las comparaciones. Imaginan los sufridos lectores a Ansar en el juzgado por llevarnos a la guerra, a Zapatero por cambiar la constitución sin preguntar al pueblo o al actual rey del plasma, Rajoy, por sus múltiples abusos y medidas contra los ciudadanos. No se lo imaginan, yo tampoco. Esto es España y aquí en todo caso se pasa por la piedra a aquellos que intenten sacar claridad sobre los múltiples chanchullos de la casta. El penúltimo en servir de escarmiento, el juez Silva. Un aviso para navegantes por parte de los poderes corruptos y sus esbirros; quien nos toca, la paga. 

Pero la vida es corta. Dicen que esto son dos días, yo suelo añadir que a veces es sólo uno y medio -ya saben, uno ve cosas-. Así que prefiero disfrutar con nuestras tertulias en el club de los grillos amarillos. Debatir con Juan Jose Garcia sobre sus inquietudes ante el nombramiento de su persona como próximo presidente de nuestro club y por supuesto leer en alto los magníficos relatos de Mila Guerrero, nuestra escritora local que le da a la tecla maravillosamente bien -para envidia sana y disfrute de este que suscribe-. 

Sit tibi terra levis.