HASTA LA PRÓXIMA

Nuestra querida cleptocracia está que se sale. Aunque siendo sinceros podemos decir que ya lleva un tiempo considerable dando la nota. Los golfos, indecentes, pichaflojas, mangantes y corruptos que dirigieron, dirigen y dirigirán el estercolero se están esforzando notablemente. No creo que quede ningún ciudadano decente -entiéndase, toda persona que no vive al amparo de la política tradicional- que pueda pensar que esta chusma está para buscar nuestro bien. Les quitamos la posibilidad de llenar sus bolsillos y saldrían en estampida, igual que si se fueran de puente.

Durante la semana hemos visto desfilar hacia la libertad a maleantes peligrosos, terroristas, violadores, pedófilos y asesinos variados. Por supuesto, la culpa no es nuestra. La culpa debe achacarse a esa Europa que nos obliga. Aquí de responsabilidad nada de nada, para esos están otros lugares. Otro gallo cantaría en caso que alguno de esos individuos reincida violando la hija de un ministro, no lo quiera el altísimo.

Ahora, cualquier avispado lector se puede plantear realizar algún tipo de protesta para que estas situaciones no ocurran. Pues, tengan cuidado. Con la reforma de algunas leyes se busca evitar que cualquier ciudadano le suba los colores a algún golfete de la política tradicional -suponiendo que alguno tenga la suficiente verguenza-. A partir de ahora, si te vas a algún acto de la chusma y le gritas tus demandas corres el riego de acabar en la jaula. Te dicen que estás haciendo un escrache ultramegahiperviolento y te meten un paquete del que no levantas la cabeza en la puñetera vida. En definitiva, el derecho constitucional de reunirse pacíficamente se va a tomar viento fresco. Un blindaje más de esta casta que incita al vómito.

En esta semana también hemos sufrido los ecos de la conferencia política del pesoé. Tengo que reconocerlo, ha sido bastante divertido. Hablaba con una amiga -muy del pesoé ella- sobre el asunto, le comentaba que esas reuniones están muy bien para los hooligans del los partidos tradicionales. Pero, pensar a estas alturas de la película que algo va a cambiar parece, más bien, un claro intento de tomarle el pelo al personal. No me negarán que es para destornillarse escuchar que quieren meter en la Constitución el tema de la sanidad y la educación. Ninguno en esa conferencia ha preguntado si la Constitución hay que cumplirla o se ha mirado el articulillo ese que se refiere al derecho a la vivienda digna. Otro asunto que hablé con mi amiga hacía referencia a la indecencia de recortar en tantos ámbitos que redundan en la ciudadanía y ellos se aumentan la partida destinada a partidos políticos. La excusa era la misma que tanto he oído en todos los políticos tradicionales; en este año tenemos elecciones europeas. Lo cual, supongo, abre la puerta para que algunos ciudadanos pidan un aumento de sueldo ya que en este año tienen la comunión de algún tierno infante.

Pero el premio gordo ha sido para la sentencia del Prestige. Una muestra más de lo que es este país. Pensemos. En cualquier lugar de nuestro imperio -exceptuando Morón- si su perrito hace caquita en la vía pública le pueden cascar hasta seiscientos pavos por el escatológico suceso. En cambio, si usted mete un superpetrolero hecho una piltrafa en nuestra costa dejándolo todo arrasado, no se preocupe, puede ir buscando otro barco para repetir la operación. Aquí se  el NUNCA MÁIS y se invita al HASTA LA PRÓXIMA. Mierda de país.

Sit tibi terra levis.